Ya han pasado 4 meses desde que dejé mi querida tierra catalana para ir a Latinoamerica.
La llegada a Santa Cruz fue algo extraño. Estaba lloviendo fuerte y hicimos cola durante una hora
para salir del aeropuerto. La aduana no jorobó para nada.
La 1ª impresión del país era que todos los coches son iguales y que no solo estoy en otro continente,
sino, que he llegado a través de una máquina del tiempo.
El primer dia lo pasamos en un jardin con un churrasco (barbacoa) y vemos que el pueblo
(El Torno, a unos 35 KM de Santa Cruz) tiene mucha vegetación.
El segundo dia nos levantamos sobre las 6 de la mañana, porque aquí el sol sale muy pronto.
Vamos a la ciudad para comprar la tele y demás cosas necesarias, como una nevera y camas.
Me compro un sim para mi celular, pero al llamar tengo que activar el sim y el señor borde de la
empresa Tigo no me lo quiere activar porque no tengo un número de cédula. Es el primer encuentro con la
burocracia. Para celebrar la llegada a la tierra boliviana compramos cervezas paceña en una tiendecita por la noche.
Debido al fuerte sol que pega aquí, me veo obligado a comprar un sombrero al módico precio de 25 pesos (unos 3 euritos) que ayuda a evitar que me quemo.
Vamos regularmente a Santa Cruz, capital de la zona y la ciudad más grande del país con más de 2 millones de inhabitantes.
La ciudad es un caos. Esta construida por anillos y radiales. Viniendo del suroeste, al ver los primeros semáforos después de la localidad de la Guardia, llegas al octavo anillo.
Cuando pasas todos los anillos (el primero es el centro; la avda. Irala, la avda. Cañoto) se ve un mercado monstruosamente grande en la avda. Grigotá. El mercado se llama la Ramada. La gente no va al supermercado, todo se compra en la calle.
Gracias al cuñado (Milton) hemos instalado la antena para la tele. La recepción es bastante chunga, la tele digital aún no ha llegado a estas tierras.
El primer domingo vamos al mercado del pueblo; aparte de aguacates, verduras y comida se vende ganado, pollos, perros etc.
Lo extraño es que todo el mundo es hyper religioso aquí, pero el descanso del domingo aparentemente no existe porque todas las tiendas abren.
Pasamos una tarde en un pueblo polvoso a 20 KM al norte de Santa Cruz, jugamos al fútbol con los niños y tomamos paceña con empanadillas.
El cuñado y la cuñada, mejor dicho, los padres de la cuñada, tienen un chaco en la montaña.
Un chaco es un huerto con árboles y la gente suele plantar yuca. Vamos allá a cosechar la yuca y grey (pomelo).
Si los pitufos te pillan "amb gespa verd" en el chaco, te trincan y te meten al talego de Palmasola.
Estamos invitados un sábado por "don Coco", un personaje, el antiguo jefe de mi suegra. Hace un churrasco y su hermano pasa por la mesa para llenar los vasos con cerveza.
Habia ambiente y llego un punto en que los invitados iban tan chupados que no se acordaron de mi nombre.
Vamos por primera vez al registro civil. Despues de 3 horas nos dan papeles que enviamos a la Paz. Es el 1 de abril, cumpleaños de mi padre.
A pesar de que Santa Cruz es enorme, hay tan solo una oficina de correos. La encontramos y enviamos el papeleo. Hacemos una noche española con una famosa tortilla de patatas.
Un par de dias después empieza el otoño, porque empieza a llover y no para durante 5 dias. El jardin se ha inundado.
Compre semillas de hierbas en el pueblo y me he asignado un trozo del jardin para plantarlas.
Los buses como se conocen en Europa, aquí solo sirven para transporte escolar (de escuelas privadas pijas) o bien para el transporte turístico a otros departamentos del país.
Para ir a Santa Cruz, hay que ir en micro, que es una cuarta o quinta parte de un bus normal y tan bajo que si tienes que ir de pie como europeo, tendrías una hernia en dos semanas. La altura máxima del interior es 1.70 , 1.75 metros máximo.
También puedes ir en taxi, pero los taxis van con 6 personas más el chófer. Dicha de otra manera, te crujes...
Otra bonita excursión que hicimos; un sábado fuimos a la Angostura. Es un pueblecito que consiste en unos bares, un peaje, un terminal de micros y una caravana vieja.
A la salida del pueblo empiezan las montañas y hay un trecho bonito del rio Piraí. La orilla esta mojada y casi me caigo al rio.
Algo sobre la cultura de la comida; En el pueblo, el desayuno no existe. La gente se va al bar, o a cualquier tinglado que se llama restaurante a las 8, 9 de la mañana y comen un plato de sopa y después un filete de carne con arroz. Si quieres un desayuno europeo aquí, tienes que ir a Santa Cruz.
El dia que volvimos al chaco, hemos observado que hay escasez de gas. Lo curioso es que en la tele ves un montón de propaganda en plan "el gas de Bolivia es para los bolivianos", pero al mismo tiempo los señores en la Paz (no voy a decir nombres) parece que prefieren exportar el gas, así creando problemas de distribución en el mercado interno y así manipulando los precios (para que suban)...
La suegra iba a preparar un pastel, y faltaba un chupito de licor para completarlo. Así pues conoci al singani, un licor de Tarija que es de uvas blancas.
Tengo una sobrina "real", la hija de mis cuñados (Melanie), una chamaquita a la que le encanta el baloncesto.
No obstante, también tengo una sobrina falsa, una niña de 3 años quién se llama Liz, influenciada por la Melanie me llama tio.
A mediados de abril hacemos el primer viajecito dentro del país. Salimos un viernes a las 7 AM dirección a Vallegrande.
Bolivia es un país sin autopistas, por lo menos en el este del país no hay. Seguimos pues la ctra. nacional 7 (la que va a Cochabamba) y despues de unos 50 KM ya estamos en las montañas.
Pasamos por Samaipata, una ciudad muy turistica con un montón de gringos como yo.
En Mataral cogemos la ctra. 22 y hacemos una paradita para comer un majadito, sentados sobre piedras y rodeados de cactuses.
Tras 6 horas llegamos a Vallegrande, una pequeña ciudad entre montañas con una plaza muy bonita y bien cuidada.
Los vallunos tienen un mercado campesino grande, donde chamacos con carretillas piden paso constantemente y todo el mundo
compra la patata lisa, un especie de patata que más bien parece remolacha.
En la plaza tomamos una paceña y un sandwich de chola para merendar. La idea es de ir el dia siguiente a ver Comarapa, que
tiene una laguna verde, pero lastimosamente no hemos ido.
Pasan unas semanas y hacemos otro viaje, esta vez al sur. Salimos a las 6 de la tarde y antes de llegar a Santa Cruz cogemos la ctra. 9 (la de Camiri). El trip va a Villamontes, una ciudad a 90 KM de la frontera con Argentina.
No hay muchas montañas, pero la 9 tampoco es autopista. 25 KM antes de llegar empieza a llover fuertisimo. A las 3 de la madrugada llegamos a una casa en las afueras de la ciudad y dormimos solo 3 horitas.
El dia siguiente, un sabado, vemos rapidamente el mercado y nos llevan al rio Pilcomayo donde vamos a pescar.
Con algo de potra saco 5 pececitos, tan solo mi cuñado que tiene experiencia saca 8 peces, algunos gordotes.
Los peces se frien y los comemos con yuca. Después vemos el centro de la ciudad, donde hay una plaza preciosa con wifi gratis, algo que por Santa Cruz no se ve.
El cielo sobre la provincia de Tarija es gris, y el dia siguiente llueve un ratito. Volvemos a ir de pesca, pero en otro lado del rio donde hay rocas y corriente. Como consequencia, nadie saca nada.
La vuelta al Torno es otro viaje laaargo, pero como salimos de dia vemos un poco de las provincias de Tarija y Chuquisaca.
Un domingo hemos ido a comprar un perrito en el mercado y le hemos llevado a la fiesta de cumpleaños de nuestra cuñada.
Fue un "bury" estupendo con buena comida y litros de vino.
El pasado mes la Yina ha trabajado en un bar en la ciudad y yo estuve en el pueblo para cuidar al perro Tronco.
Por desgracia el clima hizo un giro radical y ha llovido 2 semanas seguidas.
Tronco enfermó y no ha sobrevivido. El 1 de julio por la mañana nos hemos despedido de el.
Pasaron 3 dias muy tristes. No suelo llorar, pero estos 3 dias he llorado más que nunca. Enfin, muchos perros se venden en el mercado de los domingos y nunca se sabe como han pasado su primer mes.
El 4 de julio la tia nos llama prontisimo para invitarnos a venir a su barrio para adoptar la perrita de su vecina.
Es una petita rebelde que hemos renombrado Luna. Hay muchas cosas que hace que nos recuerdan al Tronco, las mismas rebeldias Ladra, salta, muerde mucho y es super inquieta.
Mediante internet y contactos en Santa Cruz seguimos buscando trabajo....
4 comentarios:
Muy grande tu crónica Robin. Por lo que cuentas Bolivia es tan distinta a esto... La zona en la que vivís tiene que ser impresionante y tranquila (más allá de alguna visita inesperada por parte de algún animal). Me alegra saber que las buenas noches acaban regadas con vino o cervezas paceña, así me gusta, que no pierdas las buenas costumbres :-P. Siento lo de Tronco, ojalá hagáis muy buenas migas con Luna. En cuanto a lo del curro, seguro que un agradable políglota como tú encuentra algo más pronto que tarde, lo importante es que ya te vas haciendo al lugar y sus gentes. Un abrazo muy grande para ti y un beso para Yina.
Gran relato q nos ayuda a transladarnos con ustedes durante unos minutos y sin necesidad d coger un avion! Abrazos y besos!!
Victor Alcon
moltes graciés nooooiiiis, una abraçada per a vosaltres també
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