martes, 24 de octubre de 2017

Sophie, mi nenita

En Enero 2016 fui con mi “jermu” a un “buri” en el Km. 9. (las afueras de Santa Cruz lado sur). La festividad era el cumpleaños de E., alias el chinito, marido de una amiga de mi esposa.
Era una noche de esas con bastante birra y aguantamos hasta más o menos las 3 y algo de la madrugada; caminamos 1 KM de vuelta a la ruta 7 para esperar un taxi y volver al pueblo.

2 meses después fuimos a visitar G., en aquel tiempo nuestra vecina. G. sospecha que mi esposa está embarazada. “Haz el test mañana”, es su recomendación.
Efectivamente mi esposa tenía el bollito en el horno. Va ser niña, va ser niña?
En Mayo viajé a mi tierra holandesa y todo el mundo, hasta gente que yo no conocía estaba feliz por la noticia. En mi pueblo conocí mi sobrino D., hijo de mi hermano O., que chamaco más lindo, con los mismos rizos rubios que su papá.

Tras confirmar que la bebé realmente iba a ser niña, los cálculos revelaron que su fecha de nacimiento sería en la última semana de Octubre con lo que nos llegaría una pequeña escorpiona.
Y. me avisó el 24 de Octubre en la mañana que vengo nomas al hospital. 5 minutos después de llegar, sobre las 14:30, mi hijita nació. También un día lunes, igual que su papi…
No teníamos problemas en la elección del nombre de la niña, Sophie, lo cual es la versión inglesa y francesa del griego Σοφια.

Los primeros días eran un poco caóticos porque la petita nació mediante cesárea. Y. estaba 2 días en el hospital. El 26 de octubre la hemos llevado a casa.
Durante casi medio año hemos vivido con la pitufina en la casa de su yaya, pero el año pasado hemos comprado una casita cochambrosa la cual hicimos reformar y ampliar, pintada en color verde azulado (menta). Lástima que el ayuntamiento no pavimentó esa calle, tal vez tengamos suerte en una o dos décadas.

Con motivo de la visita de los abuelos holandeses (mis papis), en marzo nos mudamos allí. Lo que faltaba era la cocina, esa fue terminada en abril.
Mis padres estaban muy feliz con su nietita. Aprovecharon de llenar las maletas con regalos para la niña; ropita, libros de Nijntje, un mini-radio, un caballito de mar (su juguete preferido), etc.
Hemos notado que la bebé tiene mucho carácter, en ocasiones puede llegar a transformarse en una pequeña Hulk. Dicho comportamiento probablemente lo heredó de mi.

Desde muy pequeñaja, la Sophie ya bailaba Jailhouse Rock del maestro Elvis. Le gusta desde rock sureña hasta Jamiroquai. La tele, para ella, es únicamente para ver Rio, la mejor medicina para su 
felicidad.


Le agrada ir a pasear al pueblo, los domingos cuando baja el sol. Gringea sus monólogos, aplaude y en la caminata de vuelta se duerme en su carrito nuevo, el anterior tenia las ruedas no aptas para ir por las calles bochornosas. Poco a poco ya aprenderá a caminar porque hoy es su primer aniversario.  Felicidades corazón. Te estimamos un montón.

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